LLODIANA fabricará e instalará 56 ventanas para 3 viviendas bajo el estándar Passivhaus
Llodiana realizará para este proyecto un total de 56 ventanas; todas ellas del modelo Ventaclim Súper Confort. La carpintería alavesa, completamente certificada y preparada para alcanzar los mejores valores en el estándar Passivhaus, alcanzará con sus cerramientos un valor U de 0,8 W/m2K de transmitancia térmica, contando con una magnífica composición de vidrio y la colaboración y experiencia de Maco Herrajes en este campo.
Carpintería Llodiana se ocupará también de la instalación en obra de estas ventanas. La cual es peculiar ya que, basada en unos sellados muy controlados y en la incorporación de membranas transpirables del interior al exterior y estancas del exterior al interior, no permite en absoluto infiltraciones de aire.
“Para cumplir el estándar Passivhaus, el cincuenta por ciento del éxito está en el cerramiento, y la otra mitad en la instalación –señala Oskar Huidobro, Director Comercial de la empresa alavesa-. De hecho, disponemos de personal especializado para acometer este tipo de obras”.
Antes de la entrega de la vivienda al cliente, se realiza en la misma el test Blower Door, destinado a detectar infiltraciones de aire. La superación de esta prueba certifica que la vivienda cumple los requisitos de estanqueidad que marca el estándar Passivhaus.
Una referencia del estándar alemán Passivhaus
Construcciones Urrutia, una de las empresas decanas del sector en Álava, acomete desde el pasado 11 de enero la construcción de estas tres viviendas unifamiliares en el municipio de Junguitu, bajo el estándar alemán Passivhaus, lo que se traduce en ahorros en el consumo de calefacción y refrigeración cercanos al 80%.
El proyecto alavés es relativamente nuevo en España. Sólo Granada, Lérida, Navarra y Asturias han desarrollado hasta la fecha alguna experiencia en este sentido. Para la reducción de la demanda energética en estas viviendas se han tenido en cuenta criterios como la ubicación, el aprovechamiento del sol, la forma del edificio o el aislamiento térmico. En este proceso han contado con la colaboración del estudio de arquitectura Clim y la ingeniería F&B, bajo cuya gestión Urrutia pretende demostrar que es posible edificar bloques de viviendas "a un precio razonable", señala Adelina Uriarte, consejera de la constructora, y con un consumo energético "casi nulo". Este último extremo, añade la portavoz, será además de obligado cumplimiento a partir de 2020, tal y como recoge la directiva europea 31/2010.
Se prevé que las tres viviendas-piloto de Junguitu, en las que se va a invertir un millón de euros, estén concluidas para el próximo mes de junio. A pesar de tener un sobrecoste del 5% respecto a una vivienda convencional, las tres unifamiliares ya tienen dueño. “En diez años -advierten en Urrutia- estarán amortizadas”.