ASOMA aborda en Baleares el presente y futuro de la Ventana de Madera en la Edificación


La Escola COAIB (Col-legi Oficial d’Arquitectes de las Illes Balears) en Palma de Mallorca y el CETEBAL (Centre Tecnologic Balear de la Fusta) fueron sede los pasados días 5 y 6 de octubre de la segunda sesión del Campus ASOMA sobre la Ventana de Madera en la Edificación.

Patrocinadas por Grup Orell, Fusteria Galmés, Fusteria Font, Grupo Carinbisa y Fabricados Roi; todos ellos miembros de ASOMA (Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio), estas jornadas fueron organizadas por la propia ASOMA y COAIB, en colaboración con CETEBAL y ESCOLA COAIB y registraron la asistencia de setenta arquitectos de las Islas Baleares.


Normativa vigente


La ventana de madera ha de cumplir con la normativa vigente: CTE y Marcado CE. El carpintero, por ley, ha de disponer del Marcado CE del producto que va a instalar en una obra. Y disponer de caracterización técnica según sus prestaciones y requerimientos. “Es la opción más adecuada para cumplir con el CTE a un mínimo coste –opina Gabriel Pérez, ingeniero técnico industrial y representante en las jornadas del CETEBAL-. Permite personalización e innovación en el diseño, garantizando calidez y también robustez al ambiente. Proporciona valores más bajos de transmitancia que los perfiles de aluminio; los valores más bajos en madera son más competitivos que los más bajos en pvc”.
Los fabricantes españoles de ventanas de madera disponen de perfiles con prestaciones diferenciadas (madera maciza, madera laminada y madera recubierta de aluminio al exterior). En Baleares existen fabricantes de ventanas tecnológicamente preparados y con el know-how suficiente para competir en el mercado europeo con productos altamente cualificados, que además permiten un alto grado de personalización. Todos ellos están avalados por el Centre Tecnologic Balear de la Fusta.


La madera compite en Mallorca


Mallorca ama la madera. Y cuenta con centenares de carpinterías; la mayoría de ellas con varias generaciones de experiencia y conocimiento en cerramiento exterior.
El arquitecto Llorenç Brunet, director del estudio Llorenç Brunet y Asociados, es en un ejemplo modélico de “conversión” en Manacor: La experiencia le ha llevado desde la carpintería metálica a la carpintería en madera.
En los años 90, este estudio de arquitectura apostaba por la carpintería metálica en sus proyectos “porque disponíamos de más información y el fabricante lo vendía muy bien –explica Llorenç Brunet-. Todos eludíamos la obligación del mantenimiento de las caras exteriores de los cerramientos y valorábamos las diferentes posibilidades estéticas que ofrecía, la mayor resistencia de los perfiles y, sobre todo, la potencia del aluminio o el acero inoxidable en la visión de la envolvente exterior de un edificio respecto a su entorno”. Hace 15 años, todas estas ideas eran recurrentes entre los arquitectos baleares. Había arraigado la convicción de que el aluminio era técnicamente superior a la madera.
Con el tiempo, surgen dudas. La evolución tecnológica en la industria de la madera justifica la competencia de este material con la carpintería metálica. “Hoy la madera compite por eficiencia técnica, por durabilidad y mantenimiento, por capacidad mecánica de los perfiles y por posibilidades estéticas, y también compite económicamente”, afirma rotundo Llorenç Brunet.
Otros argumentos decantan a su estudio hacia la prescripción de madera en la mayoría de sus proyectos actuales: la calidad del ambiente interior, de sensación emocional, de acústica… “las diferencias son demasiado grandes –aseguró el arquitecto manacorí en el Campus ASOMA”. Tampoco es ajeno Llorenç Brunet y Asociados a la responsabilidad social del arquitecto en el tiempo que le ha tocado vivir. “Hemos de proyectar educando, y siguiendo los pasos de lo que quiere la sociedad. Esto es, contrarrestar el impacto ambiental, favorecer la correcta gestión forestal e identificar los tejidos locales.”
En general en Levante, en particular en Mallorca y específicamente en Manacor, existen numerosísimos carpinteros, con una tradición, una historia y un saber hacer: hay mano de obra formada para realizar y desarrollar la carpintería de madera. “Pero los carpinteros necesitan correspondencia con los prescriptores –recordó el ponente-. Ahí radica la responsabilidad social del arquitecto, que busca la nueva imagen de lo que es eficiente, y le corresponde educar a la sociedad para que distinga lo que es un edificio eficiente de lo que no lo es. En este sentido, un parámetro básico es que el edificio incorpore materiales sostenibles y que solicite un mínimo de energía para funcionar.”


Barnices al Agua: Máximas prestaciones con un mantenimiento mínimo


El problema de la madera se repite en todas partes: el agua y el sol. En el pasado, las ventanas se fabricaban con un diseño defectuoso y sobre los perfiles se aplicaba acabados en base poliuretano, lo cual comportaba problemas a medio plazo.
“En el presente disponemos de alta tecnología para el mecanizado de la madera y productos resistentes a los rayos ultravioleta –explicó en Baleares Juan José Hoyo, Técnico de Ingeniería de Procesos de Akzo Nobel Coatings-. La maquinaria actual de mecanizado garantiza superficies de madera de alta calidad, lo que incrementa la durabilidad de los sistemas de recubrimiento. Para la madera, es recomendable un acabado con barniz en base agua, por muchos motivos: mayor durabilidad al exterior, gran elasticidad, sin necesidad de lijar en profundidad para rebarnizar, no forma piel ni ampollas, no es inflamable, garantiza uniformidad de color y contribuye a la reducción en la emisión de disolventes, permitiendo que la madera respire. Conocemos que el diseño adecuado es un factor básico de éxito, eludiendo las balsas de agua en planos horizontales, y sabemos que es crucial permitir que la madera respire.”
Según el ponente, “el estándar actual de durabilidad de la carpintería de la madera es cinco años, sin mantenimiento ninguno. –aclaró-. Para un correcto mantenimiento se recomienda una limpieza con agua y jabones neutros, y una restauración (pintado de nuevo con barniz en base agua o lasur), con una frecuencia media de dos años.”
Juan José Hoyo expuso a los setenta arquitectos reunidos por ASOMA, CETEBAL y COAIB en Palma de Mallorca y Manacor las enormes posibilidades de acabado que hoy tiene un perfil de madera con productos en base agua, así como el gran avance de la tecnología de la protección frente a agentes xilófagos y hongos de pudrición. “Además, la industria persigue mejorar el comportamiento de la madera en un futuro inmediato: llegan las maderas técnicas”, concluyó el técnico de Akzo Nobel Coatings.


Experiencias en madera


“La madera es el material que más nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos –defendieron en el Campus ASOMA los prestigiosos arquitectos baleares Mª José Duch y Francisco Pizà-. Una madera bien seleccionada garantiza un comportamiento perfecto con la debida protección, diseño y mantenimiento. Asumimos que, al exterior, la madera hay que protegerla –afirmaron-.”
En Baleares el arquitecto trabaja con la Luz: las persianas conceden a sus proyectos espacios íntimos y protegidos.
Duch y Pizà mostraron a los asistentes a las jornadas ventanas de madera en construcciones sencillas, nobles, integradas en la arquitectura local. “Se erigen habitualmente en protagonistas de las estancias, sin limitaciones en formas y dimensiones –comentaron-. Otros materiales se nos antojan agresivos con el edificio y su entorno; una ventana de madera es garantía de nobleza.”
“Añoramos la magnífica carpintería de madera de los años 20 en Palma –concluyó Francisco Pizà-. Si olvidamos este patrimonio perderemos nuestra identidad.”


La ventana de Madera: La única ventana “verde”


La ventana de madera es competitiva frente a las de pvc y aluminio por su eficiencia energética, demostró José Palacios, gerente de ASOMA, comparando el ciclo de vida y la huella de carbono de estas tres posibilidades en un caso real.
“Es importante que profesionales y particulares tengan información –declamó ante los arquitectos baleares-. La ventana de madera es la más ecológica: es la que emite menos CO2 en su ciclo de vida y la que requiere menor consumo de energía en su fabricación. Sus residuos son valorizables, en forma de biomasa, tableros, etc. El uso de productos de madera garantiza una gestión forestal sostenible y contribuye a la lucha contra el efecto invernadero en el Planeta, asegurando el crecimiento y la mejora continua de los bosques.

 

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