Viento a favor para el palet y el embalaje industrial, hasta que se enfríe la economía
FAPROMA, Asociación de Fabricantes de Paletas y Productos de Madera para la Manutención, continúa gozando de buena salud. Transcurridos estos últimos años de pandemia, dificultades en los suministros y el transporte y con el vaivén de precios y la escasez y la inflación de la madera y el acero en el mercado, FAPROMA no solo conserva el pleno de sus socios, sino que va a sumar muy pronto nuevos efectivos. De hecho, en la última asamblea de la Asociación, celebrada recientemente en el HISPACK de Barcelona, ya estuvo presente un nuevo socio: PALETS MARTORELL. “Hay nuevos actores que están cobrando protagonismo en el mercado, y confiamos en que se incorporen a FAPROMA próximamente -afirma su presidente, Eduardo Márquez-. Seguimos siendo una muestra muy representativa en volumen de producción; no tanto en número de empresas, ya que la fabricación de palets y embalajes en España está muy atomizada”.
FAPROMA continúa participando activamente en las organizaciones supra empresariales; tanto en España, en la patronal UNEMADERA, como en Europa, en la Federación de Envases y Embalajes, FEFPEB. “Muy atentos al cambio que se va a dar en la regulación relacionada con la utilización de los materiales, los residuos, etc. y que van a afectar de manera importante a la madera, y al palet o el embalaje, como parte de la cadena logística”, vaticina el presidente de FAPROMA.
A través de FEIM -Federación Española de Industrias de la Madera-, en la cual está integrada, FAPROMA participa en todas las acciones que plantea y desarrolla UNEMADERA: Formación, comunicación y promoción de la madera, reivindicaciones sobre el transporte forestal, sistemas regulatorios nacionales relativos a la cadena de valor con carácter general, etc. “Todos estos asuntos de interés para los fabricantes de palet y embalaje de madera nos han animado a continuar apoyando y colaborando con la patronal, a todo lo cual se suma la parte laboral, con la negociación de los convenios colectivos para el sector, donde queremos estar presentes y participar”.
En general, la industria del palet y el embalaje de madera marcha bien. “Aunque se detectan señales de que las cosas pueden empezar a cambiar; no tanto en el mundo del palet, que seguramente será de los últimos sectores en percibir una ralentización en la actividad, y cuya producción se ha mantenido relativamente constante durante estos últimos años -opina Eduardo Márquez-. El embalaje industrial, íntimamente ligado a la actividad industrial, como es obvio, sí será de los primeros en notar un enfriamiento de la economía”.
El sector de la manutención ha notado en general cierta escasez de la madera proveniente de Sudamérica y de los Países Bálticos. Madera que además venía en unas secciones especiales, pequeñas, para palets de un solo uso. Una madera que aquí no se fabrica. Por tanto, se ha visto incrementado el consumo de otra madera, incluida la nacional, ya que el número de unidades de palet fabricadas no ha variado en los últimos años, como quedó dicho.
Por otra parte, la dificultad de aprovisionamiento de clavos para ensamblar los palets es, según FAPROMA, un problema coyuntural, debido a la situación en Europa del Este y la propia tensión en el mundo del acero. “En unos meses esta situación se estabilizará y el problema desaparecerá”.
El mercado transita por un cierto descasamiento entre la oferta y la demanda, probablemente porque se ha querido recuperar demasiado rápido lo que se perdió durante la pandemia. “El ritmo de recuperación no casa con la capacidad de la industria -concluye Eduardo Márquez-. Fundamentalmente con la capacidad de extraer la madera del monte y de procesarla en primera transformación. El problema está en que no se montan equipos forestales ni aserraderos de un día para otro. Y muchos están trabajando al límite de sus capacidades. Cuando se acelera para recuperar el terreno perdido, nos damos cuenta que no se puede”.